Sinceramente no esperábamos comer pavo con arándanos este año. Pero Diana cambió la historia.
Y es que es verdad que el mundo es un pañuelo, y que de Ibiza a New York sólo hay un pequeño salto. Conocimos a Diana por casualidad, y nos sorprendió tanto que una persona extranjera hablase catalán que comenzamos a charlar... y este fue el resultado: teléfonos de contacto, un "espero que nos veamos pronto" y un "hola Diana, ja som a NY, com esteu?".
Así que una familia americana de verdad, nos invitó a pasar un Thanksgiving de verdad. Así que allí estábamos Marc y Ana, en la Grand Central Station intentando adivinar qué tren iba a Pleasentville, el típico pueblo americano de casitas de madera con mucho jardín y un lago.
Allí nos esperaba toda la familia de Diana y Steve, primos, tíos, abuelos, el Pavo y los arándanos. Estamos súper agradecidos porque nos abrieron sus puertas, y realmente disfrutamos de un gran día en familia. Gracias!!
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