Puestos a ser turistas indies (por no decir low-cost), decidimos que la mejor alternativa a los $12 del ferry convencional de turistas agolpados cámara en mano, era el ferry a Staten Island, que también pasa muy cerca de la Estatua de la Libertad y que ofrece trayectos gratuitos cada media hora y unas vistas espectaculares.
Nuestra primera impresión desde el puerto de Manhattan fue que no era tan grande como aparece en las películas, pero ni es que acercándonos; nuestra idea de esa mujer monumental, ataviada con una túnica y portadora de la antorcha de la emancipación de la nación americana mide sólo 93 metros en realidad (la Sagrada Familia mide 107 metros). Pero es muy bonita y sí, es un símbolo de NY, de los que hay que ver. El ferry de Staten Island es una alternativa estupenda y una de las mejores cosas gratuitas de NYC, pero si tenemos ti€mpo y gana$, otro día subiremos a la corona de esa gran señora. Dios bendiga América.
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