En el Lincon Center de Columbus Circle se levanta uno de los edificios más mágicos de esta ciudad: La ópera de NY. Cada semana, donantes adinerados compran unos cuantos asientos para que la opera los ofrezca a precios reducidos. Gracias a estos ricachones de buen corazón, pudimos disfrutar de unos asientos estupendos, a unas filas de la orquesta por $20.
Se respira un ambiente especial y cuando empieza la obra, el silencio da paso a tenores, sopranos, barítonos... y sus voces espectaculares. Ariadne aux Naxos, de Strauss, es una opera dura y contundente (según nuestro roommate Thomas, un compositor francés) para ser la primera que hemos visto, pero poder disfrutar de esta experiencia ha sido increíble.
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